Un año de crecimiento y madurez increíble

Un año de crecimiento y madurez increíble

Tuvimos la oportunidad de mandar a Javier a Dublin Oak, después de un año en la academia vimos un crecimiento y una madurez increíble. La experiencia que vivió al estar lejos de casa, viajar con amigos y tener que resolver diferentes situaciones por él mismo lo hicieron madurar y valorar. Fue increíble el apoyo y el acompañamiento que tuvo tanto Javier como nosotros durante todo el año para que fuera una experiencia inolvidable. Sin duda creemos que irse a Dublín Oak fue la mejor decisión que pudimos tomar ya que en gran parte Javier es como es hoy en día por todo lo que aprendió y vivió durante ese año, en verdad trabajan con ellos de forma integral. En lo académico cuentan con excelentes profesores, Javier mejoró mucho en inglés y la parte formativa es increíble ya que los acercan a Dios de una manera que nunca olvidarán, hoy su relación con Dios es mucho más cercana porque esta convencido de lo que quiere. Estamos muy agradecidos con Dublin Oak y todas las personas que han formado parte de la academia, esperamos que puedan reabrir para que otras generaciones tengan esta gran oportunidad.